viernes, 1 de abril de 2011

La historia de Daniela Treneib - Capítulo 4 - El Reformatorio (2ºparte)

Después ruido, dolor y oscuridad, me taparon lo ojos no pude ver lo que le hicieron a Cris, pero si sentí su dolor con los gritos de agonía que resonaron en mis tímpanos, mi castigo fue aguantar su sufrimiento con la peor de las impotencias, con rabia. Despertó dentro de mi un odio enorme, desconocido para mí hasta entonces, un odio de venganza.
No les pasó nada, NADA, nada... unas semanas de castigo y poco más. Parecía como si hasta los profesores aceptasen ese castigo para Cris, como si lo mereciese por ser como era, Cris pasó unas semanas en el hospital, luego regresó, como si nada, con una pequeña cojera que ya arrastraría toda su vida. Pero en sus ojos había más tristeza, más dolor que sumar a su lista.
Después de lo de Cris mi actitud cambió, dejé de estar al margen, dejé de mirar para otro lado.
En poco tiempo aprendí que la gente que no te importa es fácil de manipular, ya que no hay sentimientos de por medio y así es más sencillo. Sólo tienes que decir lo que quieren oir en el momento oportuno. Rápidamente me dí cuenta que la gran mayoría de personas están vacías, apenas tienen ideas propias y sus sentimientos son muy básicos, éstos son más fáciles de controlar.
Yo expresaba claramente mis desacuerdos con ciertos tratos de los tutores y con las injusticias, ya no callaba y por ello pasaba alguna noche en la "parte oscura", una pequeña habitación de castigo, vacía a excepción de una pequeña Biblia, "para recapacitar" decían, jamás la abrí.
De vez en cuando montaba alguna que otra revuelta casi siempre por alguna causa justificada o por aburrimiento. Le dí más de un calentamiento de cabeza a los profesores y tutores.
Al cabo de unos meses me hice con el sitio, dejé de ser anónima, dejé de ser una más, era la "Bicha", así me llamaban, me pusieron este mote por el motivo mayor de mi ingreso allí, el suceso con Alicia y los bichitos. Sinceramente este seudónimo no me gustaba, pero no se trataba de eso, cuando en sitios así te ponen un sobrenombre es porque de alguna manera destacas sobre los demás, para bien o para mal. Y yo destacaba.
Así fue pasando el tiempo, años de revueltas, gritos, castigos, peleas... Entretenido y rápido, fue la única forma que encontré de sobrevivir allí de la mejor manera posible, cuando estas ocupado el tiempo pasa más deprisa.
El último año cuando estaba a punto de cumplir la mayoría de edad y salir de aquel sitio, conseguí que cada uno de los que habían participado en la brutal paliza a Cris, recibieran su merecido, cuando regresaron del hospital, yo ya no estaba en aquel sitio. Me imaginé sus caras, lobos hambrientos en busca de su presa, una presa que ya nunca comerían.

4 comentarios:

  1. Wow, y lo repito WOW! Cómo te quedó el capítulo!
    En serio,tienes una nueva seguidora:)
    Pásate por el mio si puedes:)

    De verdad, estoy enganchada a vuestrar historias, publicad prnto:)
    Besoos!

    ResponderEliminar
  2. La verdad compañera es que cada capitulo lo escribes mejor que el anterior!! un saludo

    ResponderEliminar
  3. nena, lo estas bordando, un beso

    ResponderEliminar
  4. Patricia muchas gracias en serio, no estaba muy convencida con este capítulo pero si os gusta me vale.
    Ahora mismo me paso por el tuyo.

    Compi gracias, seguimos navegando.

    Tocaya gracias también :-)

    Besos para tod@as

    Ángela

    ResponderEliminar